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la combinación de tecnología de punta y artesanía alemana da como resultado unos 5.000 relojes por año con un alto grado de so-fisticación. Son los amantes más exquisitos de estos instrumentos quienes esperan cada una de esas partidas de A. Lange & Söhne.

Perteneciente al grupo suizo Richemont –el segundo holding de lujo más importante del mundo–, sus relojes se encuentran hoy entre los más solicitados del mundo, con

valores que parten desde € 15.600.Sus 670 empleados mantienen viva

la historia de la marca, nacida en 1845.Sus piezas están presentes en

60 países, donde poseen una distribución acotada y selecta. Además, cuenta con 11 boutiques propias en las ciudades más im-portantes del mundo.

“Cualquiera que esté interesado en coleccionar relojes, nos conoce”, afirma con énfasis Wilhelm Sch-mid, CEO de la compañía.

Schmid tiene a su cargo la tarea de mantener vivo el

legado de la familia Lange.

Artesano del TiempoLas piezas de A. Lange & Söhne son de las más exclusivas del mundo. Solo produce

5.000 relojes anuales. Entrevistamos a Wilhelm Schmid, CEO global de la marca.

Apasionado por los autos y los relojes, Schmid está desde 2011 al frente de la marca, luego de ocho años en BMW.

El creciente interés de América Latina en la alta relojería lo trajo a esta parte del continente, donde el mercado de lujo es cada vez más atractivo para las firmas premium. ¿cómo se mantiene el valor de una marca luego de 169 años?En sus inicios la empresa tenía como premisa diseñar, producir y construir

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De Colecciónlos mejores relojes. Esto justamen-te sigue siendo lo que nos impulsa a seguir todos los días. A veces puede ser muy frustrante, porque estamos hablando de procesos muy largos. En el desarrollo de los relojes se traba-ja entre 3 y 4 años. Luego, la alegría de poder mostrar esos relojes en la Feria de Ginebra. Aún en ese mo-mento nuestros maestros relojeros ya están pensando en cómo mejorar ese producto que exponen. Es un círculo que nunca se detiene.

Fundada en Glashütte, Sajonia, por Ferdinand A. Lange, la marca cuenta con una tradición que co-menzó con la manufactura de relojes de bolsillo. Con la mira puesta en la precisión, la firma se distinguió desde sus inicios. Pero la Segunda Guerra acabó con sus talleres, la fa-milia fue expropiada y el Estado de Alemania del Este tomó posesión de la empresa. No fue hasta 1994 que la compañía buscó retomar el brillo de sus piezas y volvió al mercado con su socio de negocios Günter Blumlein.¿cuál fue la estrategia para reinser-tarse en el mercado tras cinco déca-das de ausencia?En realidad no hicimos muchos cam-bios desde que se fundó la empresa. Walter Lange, bisnieto de Ferdinand Adolph Lange, fue quien revivió la firma. Seguimos siendo una marca pe-queña, muy exclusiva, y estamos con-formes de serlo. La mejor expresión de ello es que en la Argentina tenemos un solo punto de venta. Nuestra pro-ducción es muy limitada, por lo cual no tiene sentido para nosotros abrir muchos locales comerciales. Pero sí hay una diferencia fundamental en la compañía con respecto a lo que éra-mos hace 20 años: hoy tenemos una marca mucho más globalizada. ¿cuál es el atractivo que encuen-tran en la argentina?Hay muchos países del mundo que tienen un gusto muy desarrollado. Y la Argentina es uno de ellos. Hay es-

tilo, gusto por lo bello, y eso nos in-teresa. América Latina es una región en franco crecimiento, y en sus paí-ses también aumenta la población de mayores recursos. Con lo cual se está transformando en destino de marcas de todas partes del mundo. Vamos a seguir creciendo, no tanto geográficamente, sino en servicios de soporte para nuestros clientes.

En 2003, la empresa inauguró su propio Centro de Tecnología y De-sarrollo. Allí realiza todas las partes de un reloj, incluso los espirales del volante, algo que solo producen cua-tro empresas en el mundo.¿cómo desarrolla un reloj?Hay diversas maneras. A grandes rasgos primero tenemos que tener la idea de lo que queremos lanzar. Luego comienza el proceso. Primero se diseña la esfera del reloj y luego, de alguna manera, obligamos a nues-tros maestros relojeros a desarrollar todo el mecanismo de movimiento de manera tal que encaje con ese diseño. Esto nos permite tener una enorme libertad, ya que realizamos el proce-so inverso al de muchas empresas. ¿cómo se hace para trabajar así en una era tan industrializada?El secreto está en utilizar las máqui-nas más precisas del mundo con gran flexibilidad. La gente sabe que nues-tros relojes son de manufactura ma-nual, y por eso está dispuesta a pagar altos precios por piezas que además son a prueba de balas. Trabajamos para conservar el enorme patrimonio histórico en cada una de las piezas. Es un gran esfuerzo de todos lograr el desempeño y el rendimiento que buscamos. Esto es lo que hace que esta empresa sea importante.Con la mira puesta en conservar la tradición, la marca sajona creó en 1997 la Escuela de Relojería de Lange, que entrenó hasta la actuali-dad a más de cien jóvenes relojeros que aseguran la continuidad de la historia de la alta relojería. F

En su esfera se puede presenciar las fases de la Luna calculadas con total precisión para los próximos 122 años.

Por primera vez combina la parada del segundero con el dispositivo de ajuste de las agujas Zero-Reset. Ambos mecanismos se encargan de que el reloj se pueda parar con la precisión de un segundo y que así su ajuste resulte todavía más sencillo.

1815 TOURBILLON

GRAN LANGE 1FASES DE LA LUNA

LANGE ZEITWERK STRIKING TIME

Tres tonos agudos y un tono grave caracterizan los sonidos con los que este reloj hace sonar los cuartos y las horas. Es el primer reloj de pulsera de la marca con sonería.

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